Allá en los años 60, algunos pueblos de la España rural comenzaron a vaciarse debido a que muchos de sus habitantes se mudaron a las ciudades en busca de nuevas oportunidades. A día de hoy, son lugares donde podrás sentirte acogido por la amabilidad de sus vecinos pues, más que ser pueblos de pocos habitantes, se consideran una familia de muchos miembros. También encontrarás pueblos que, por distintas razones, parecen haberse quedado congelados en el pasado, lejos del frenético ritmo de vida de las ciudades actuales. ¿Quieres conocer algunos de ellos?
Mogarraz, Salamanca
Mogarraz está rodeado por la Sierra de Francia y su parque natural y, junto a la Reserva de la Biosfera de la Sierra de Béjar - Sierra de Francia, forma parte de una ruta del vino que atraviesa los encantadores pueblos del suroeste de Salamanca. Las estrechas calles de Mogarraz se convierten en los pasillos empedrados de una exposición de arte al aire libre. Y es que, a lo largo de tu recorrido por la localidad, podrás contemplar los más de 700 retratos de sus habitantes, antes de la marcha de gran parte de ellos a la ciudad en 1967, que han dado fama a este escondido pueblo de montaña.
Belchite, Zaragoza
Belchite es uno de los pueblos abandonados más conocidos de España. Sus ruinas son el resultado de la histórica y trágica batalla que se libró allí, la misma que llevó a la construcción del nuevo Belchite, al lado de la antigua localidad. Hoy en día, la antigua localidad de Belchite es considerada un pueblo fantasma, el cual ha servido de escenario para numerosas producciones, como “El laberinto del fauno” de Guillermo del Toro. Si quieres saber más sobre este popular pueblo vacío de Zaragoza, su oficina de turismo ofrece visitas guiadas con las que podrás recorrerlo.
Pampaneira, Granada
A los pies de Sierra Nevada, y a 72 kilómetros de Granada, el pueblo blanco de Pampaneira, conocido como uno de los más bonitos de España, recibe a los visitantes con las palabras: “Viajero, quédate a vivir con nosotros”. Una decisión que no será difícil de tomar una vez que pasees por sus tranquilas calles, acompañado por el rumor del agua de los canales, atravesando los encantadores pasadizos que forman sus tinaos (construcción típica de la arquitectura de La Alpujarra) y que, día a día, enamora a la gran cantidad de turistas que la visitan. En el corazón del pueblo encontrarás la plaza de La Libertad, con restaurantes donde probar la gastronomía popular y tiendas de artesanía en las que llevarte de recuerdo cestas de esparto o jarapas, como las que llenan de color las calles de Pampaneira.
Covarrubias, Burgos
El arco del Archivo del Adelantamiento de Castilla (siglo XVI) da la bienvenida a la villa de Covarrubias. Su nombre se debe a las cuevas rojizas que podrás encontrar en los alrededores de este pueblo ubicado a, aproximadamente, 40 kilómetros al sudeste de Burgos. Covarrubias custodia algunos tesoros medievales como el puente de piedra, su Colegiata del siglo XV o un torreón milenario, que se entremezclan con magníficos ejemplos del urbanismo castellano como las calles porticadas y las casas con entramado de madera. Estas son solo algunas de las razones por las que la villa fue declarada Bien de Interés Cultural, el resto esperan a ser descubiertas durante tu visita a Covarrubias.