Los meses de verano son los de temporada alta para viajar a España. Pero ¿por qué no venir a conocer el país en otra época? Tómate tu tiempo para explorar España, no te centres solo en lo básico de los destinos, prueba con modos de transporte alternativos, párate a comer alimentos locales, detente a charlar con la gente y a conocer sus costumbres, estimula todos tus sentidos… Viajar fuera de temporada implica evitar masificaciones y tiene un menor impacto sobre el medio ambiente. Te damos algunas pistas para viajar lento y en temporada baja. ¿Te apuntas a un viaje diferente?
Cuando el trayecto es el destino: haz rutas en coche por carreteras panorámicas
En cualquier estación del año, qué placer es asomarte por la ventanilla del coche mientras observas el paisaje cambiante y vas parando en los lugares que te parecen más hermosos. En España puedes alquilar un coche eléctrico y animarte a hacer alguno de los tours por carretera que están pensados para contemplar y disfrutar de diferentes paradas sin prisas.
Por ejemplo, en Cataluña puedes recorrer el “Grand Tour Catalunya”: más de 2.000 kilómetros fraccionados en cinco tramos que te llevará por lugares tan fascinantes como las Costa Brava, los Pirineos o Montserrat. No se quedan atrás otras ideas como las de “Aragón slow driving” (16 rutas diferentes por estepas o espesos bosques), "Euskadi-Basque Country Grand Tour" (ocho recorridos para conocer la costa, la montaña y las tradiciones del País Vasco) o la Carretera del Vi del Penedès (conocida como la “wine road del Mediterráneo”, te llevará por 13 bodegas de la comarca y es la primera ruta enoturística con movilidad eléctrica).
El encanto de una playa en invierno
Si te animas a viajar a las Islas Baleares fuera de temporada alta encontrarás multitud de planes que hacer gracias a su programa “Better in Winter”: una visita guiada a las Salinas de Es Trenc, en Mallorca; el Camí de Cavalls en Menorca, que puedes recorrer tanto a pie, como en bicicleta o a caballo; visitas teatralizadas a la Necrópolis del Puig del Molins, en Ibiza; conocer los estanques milenarios de Formentera…
Y si te decides por las Islas Canarias, tendrás la suerte de que es el lugar con más horas de sol de Europa: 3.000 al año. Y como las temperaturas son agradables en cualquier época, podrás hacer todos los planes que quieras: adentrarte en sus cuatro parques nacionales, bañarte en sus piscinas naturales, ver de cerca volcanes… Más allá de las islas, también encontrarás planes interesantes que hacer en zonas como la Costa Brava, donde puedes recorrer los bellísimos caminos de ronda: paseos junto al azul del mar Mediterráneo y acantilados de vértigo.
No hay nada tan romántico como un viaje en tren
Romántico… y sostenible. Súbete a bordo de ferrocarriles históricos, con asientos de madera, balconcillos en los extremos... Algunos son considerados de lujo como el Transcantábrico (que te llevará por el norte de España desde San Sebastián hasta Santiago de Compostela a lo largo de ocho días inolvidables) o el Al Ándalus (siete días de ruta andaluza parando en ciudades como Sevilla, Jerez, Ronda, Córdoba, Granada y Málaga).
Otros realizan excursiones de un día y tienen una divertida ambientación temática, como por ejemplo el Tren de Felipe II que va desde Madrid a San Lorenzo de El Escorial o el Tren de la Fresa que te llevará hasta Aranjuez. O también puede elegir alguno que te lleve por mitad de impresionantes parajes como el Tren dels Llacs: un recorrido histórico y panorámico por el Prepirineo de Lleida entre lagos, túneles y montañas. La mayoría de estos trenes funcionan aproximadamente entre abril y noviembre por lo que tienes diferentes meses para “embarcarte” en esta aventura.
Bienestar sostenible en un balneario
Cuando los días se hacen más cortos y en el exterior se nota cada vez más el frío, qué bien sienta acudir a cualquiera de los balnearios de España, muchos con siglos de antigüedad cuya tradición se remonta al antiguo Imperio Romano.
Uno de los últimos balnearios históricos que ha sido reconocido por su compromiso con la sostenibilidad por parte de la UNESCO ha sido el Gran Hotel Balneario Puente Viesgo (en Cantabria), donde además de vivir una experiencia termal única en su “Templo del agua”, estarás en un espacio que apuesta por el ahorro energético. ¿Más lugares para disfrutar de aguas con propiedades terapéuticas? Por ejemplo, las termas de Ourense y su tren turístico para recorrerlas o los balnearios de Castilla Termal Hoteles, que también han puesto el foco en su compromiso con el medio ambiente.
Detén el tiempo en las “ciudades lentas”
¿Has oído hablar de las “ciudades lentas”? Se trata de un grupo de municipios que quieren que practiques el concepto de “buen vivir” también en tus vacaciones. En España vas a encontrar 12 de estas pequeñas y agradables ciudades: Artà (isla de Mallorca), Balmaseda, Lekeitio, Mungia (País Vasco), Begues, Begur, Pals (Cataluña), Benabarre, Rubielos de Mora (Aragón), Bubión (Andalucía), La Orotava (isla de Tenerife) y Morella (Comunidad Valenciana).
Ven a disfrutar de estas ciudades cuyos centros históricos son espacios peatonales sin ruido, donde puedes saborear una gastronomía basada en los productos locales y donde se defiende un turismo sostenible a través de experiencias agradables que te ayudarán a conocer a la población local. Piérdete en la encrucijada de caminos del Mercado Medieval de Balmaseda, déjate impresionar por las masías de Begues, haz un recorrido único por pasarelas de madera a orillas del río la Noguera Ribagorzana (cerca de Benabarre) o recorre Morella rodeando sus murallas bajo la sombra de su castillo. Más ideas para viajar slow y conectar un uno mismo en España.